Están asesorando mal a la presidenta Karla Fiesco García de Cuautitlán Izcalli.
David Nieblas Meza escribe TintaSuelta, su columna semanal en PuntoMedio.
Algo está pasando en esta administración municipal de Cuautitlán Izcalli que, podría ser no tan positivo para el propósito de tener un buen gobierno; un gobierno exitoso, innovador y de futuro, tal y como lo ha prometido la ahora presidenta Karla Fiesco García.
Han sido ya, varias las señales que deben encender los “focos amarillos” y ponerle atención, o de lo contrario, esto puede tener un efecto de “bola de nieve”, que a la postre, sea muy difícil de detener o de corregir.
Desde mi punto de vista, a la presidenta la están mal asesorando, de otra forma, no entiendo cómo es que estén sucediendo algunas cosas. Lo más complicado y riesgoso, es que algunos de sus muy cercanos colaboradores, no son de Izcalli; recién llegan “con la varita mágica” y están muy lejos de tener la capacidad, conocimiento y habilidad, tanto política como administrativa, como para ayudarle a la presidenta.
De entrada, la alcaldesa Karla Fiesco no la tiene nada fácil porque su llegada al poder, se da en el contexto de una alianza que generó acuerdos y compromisos; muchos de los cuales no la dejarán tomar decisiones ni tener el control de su administración al 100 por ciento; y si a eso le sumas, “colaboradores y/o asesores” que no le ayudan, esto no pinta nada bien.
Un ejemplo de esas malas asesorías y decisiones, es lo que tiene que ver con el lanzamiento de la “jornada de sanitización” con la utilización de un camión aspersor; resultó todo un fiasco, porque no sólo se anunció como política pública, sino que no se llevó a cabo por la no aceptación y comentarios poco positivos a la iniciativa. La pregunta obligada es: ¿No se informaron antes de los alcances y efectividad de esta estrategia?.
Al final del camino, en esa muestra como botón, dejaron mal parada a la alcaldesa y la hicieron ver chiquita; muy chiquita.
Por otro lado, está la comunicación y la transparencia. Como periodista, ya me tocó padecer una especie de bloqueo o control. Pareciera ser que no se está pensando en esta máxima de la política: “Gobernar, es comunicar”.
Por alguna extraña razón, contraria a lo que se ha prometido, se están cerrando a la información. Esta semana, el lunes para ser precisos, solicité datos para darle seguimiento al programa de bacheo, y se me “bloqueó”; y eso que tuve de frente al director encargado del tema, y nada más no quiso, por instrucciones de quién, no se sabe, pero lo cierto es que no la proporcionó; y eso, que sólo quería saber sobre cuántas cuadrillas estaban trabajando y en qué lugares. Es tiempo, hoy viernes, que todavía no la recibimos.
Me remitieron a Comunicación Social, que hasta el momento, ha mostrado que “no ata ni desata”; la mayoría de las veces que he solicitado información al titular, o no la sabe o me promete que la “va a preguntar a Presidencia”.
Ya tuve un reclamo por una “nota que no les gustó” y que, la verdad, fue una nota informativa simple y llana. Tienen la piel muy sensible e irritable, lo que nos hace suponer que, si no eres un “zalamero” más del momento, no encajas o te vuelves “enemigo”.
La ventaja de ser de Izcalli es que todo te llega y de todo te informas; hasta de las estrategias y palabras que hacen a tus espaldas.
Flaco favor, le están haciendo los “asesores cercanos” a la alcaldesa; lo peor, es que la historia se podría repetir. No es la primera vez que un “mentor”, “colaborador cercano” o “guía”, hace quedar mal a la ahora presidenta. Ojalá esté enterada de los daños colaterales que está generando, porque eso de desdecir y/o contradecir compromisos o la palabra de ella, ya son palabras mayores. Y eso de sentirse presidente detrás del trono, está mucho peor.