Columna de OpiniónTinta Suelta / David Nieblas Meza

David Nieblas Meza escribe «Tinta Suelta», su columna semanal en Punto Medio.

  • Se «recomponen» grupos en Morena Izcalli; “Los Puros” perdieron 2 espacios.

Con los resultados de la elección interna para elegir a los Consejeros de Morena, realizada hace dos semanas, la recomposición de fuerzas de los grupos a su interior, tuvo un reacomodo, donde destaca, la aparición de los llamados “obradoristas” de la mano de Miguel Ángel Loa, como el segundo más votado; y la pérdida de una dupla de las 5, para los llamados “Puros”, que lidera Daniel Serrano Palacios.

La meta del pasado proceso interno era quedar entre los 5 más votados, tanto de hombres y mujeres, porque eran los que entraban al juego y a formar parte de los Consejos Estatales y Nacionales.

Desde la creación de Morena, el llamado grupo de Los Puros habían sido los más favorecidos en las contiendas internas, de hecho, en la pasada, se llevaron 3 de las 5 duplas que se disputaron. En esta ocasión, las matemáticas no les dieron y a pesar de que iban por 4, sólo les alcanzó para dos; la 1 y la 5.

El dato cobra relevancia, porque Cuautitlán Izcalli es de los pocos “bastiones” que le quedan a este grupo que comanda Daniel Serrano, y en lugar de avanzar, retrocedió en el número de posiciones alcanzadas. Esto, no obstante que es el único grupo que tiene representantes en el actual Cabildo, y en las últimas semanas, han entregado apoyos de gestiones en sus oficinas de enlace, es decir, tuvieron más oportunidad de exposición mediática y social, que los otros contendientes.

En segundo lugar, de los más votados, estuvo el grupo de los “obradoristas”, de la mano de Miguel Ángel Loa, quien alcanzó 864 votos, sólo 357 votos por debajo del primer lugar, que obtuvo mil 221.

El tercer lugar, lo obtuvo la dupla del llamado grupo del GAP, o de la “coordinación Texcoco”, de la mano de Maurilio Contreras Suárez y Lidia Ramos Camacho; en teoría, este equipo, fue el que operó o estuvo al mando de la administración que encabezó Ricardo Núñez Ayala, quien por lo que se vio, no supo capitalizar o hacer capital político en sus años de mayor influencia, sin embargo, logró mantener su espacio en las urnas, ya que en la pasada contienda interna, también ganaron lo mismo.

En cuarto lugar, apareció Daniel Cruz Jaimes, a quien se le identificó con el respaldo de la organización ACME, y logró colocarse entre los más votados. Y en quinto lugar, quedó otra dupla de los llamados Puros.

Afuera y sin alcanzar los votos necesarios para ser consejeros, se quedaron personajes como el exdiputado local Marco Antonio Ramírez, y los exediles de la pasada administración Pablo Areli Galván y Alejandra Miranda Reséndiz.

En la elección, como siempre pasa, no todo fue miel sobre hojuelas. Hubo morenistas, como Eduardo Ayala, que evidenciaron algunas anomalías que se vivieron en el proceso.

Desde su perspectiva, los “votos nulos” fueron los grandes ganadores de la elección:

“El candidato más votado obtuvo 1,221 votos; el segundo más votado 864; y el tercer lugar, 542. Pero el verdadero ganador de la elección, fueron los votos nulos con 2,121; la gran mayoría de estos, se debió a que se anotaba incorrectamente el nombre del candidato en la boleta”.

Más de 2 mil votantes salieron de sus casas “voluntariamente” sin saber por qué o por quién tenían que votar. Se observaron decenas de combis y camiones llevando gente a votar de modo corporativista; viejos caciques renovados ahora en Morena, recurrieron a la manipulación y al acarreo de sus agremiados (choferes de transporte, ambulantes, etc.), según expuso.

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