Columna de OpiniónTinta Suelta / David Nieblas Meza

David Nieblas Meza escribe “Tinta Suelta”, su columna semanal en Punto Medio

  • Lomas de Cuautitlán, el dilema de la entrega de su fraccionamiento.

Siempre he sostenido que el problema que padecen los vecinos de Lomas de Cuautitlán, rebasa todo lo pensable; miles de familias llegaron en busca de una vida mejor, y la verdad, se toparon con un gran calvario que ha durado ya muchos años, y que por lo que se ve, durará otros más.

Hemos reportado en las páginas de este semanario, los múltiples problemas no sólo por la falta de servicios públicos básicos, sino por el tema de que el fraccionamiento, fue edificado en terreno no apto para ello, y además, con materiales de mala calidad.

Y no es cosa menor, en el fraccionamiento Lomas de Cuautitlán o Lomas de San Francisco Tepojaco, viven alrededor de 45 o 50 mil personas, en poco más de 11 mil 300 viviendas y 600 departamentos; toda esa gente, tiene que lidiar con vivir en un lugar insalubre y sin infraestructura básica adecuada, por citar algunos de sus males.

A pesar de ser un “fraccionamiento ordenado y planificado”, sin temor a equivocarme, es uno de los conjuntos urbanos con más alta marginación, por las condiciones en las que viven sus habitantes.

Desde hace unos días, se han estado haciendo algunas reuniones vecinales con el objetivo de informar, la intención del gobierno de municipalizar el fraccionamiento; y es que los constructores de esta unidad habitacional, no cumplieron con todo lo que marca la ley, y es por eso, que aún no se concreta, a pesar de que el proyecto data de inicios del año 2000.

Y desde esa fecha a la actualidad, todo mundo se echa la bolita para atender las demandas de la ciudadanía, como “no ha sido entregado al municipio”, el gobierno local no quiere entrarle a atender lo urgente; sin embargo, si ha querido entrarle a cobrar los derechos y obligaciones que como ciudadanos, se tienen.

En este momento hay posturas encontradas, ya que la municipalización del fraccionamiento, traería como consecuencia, eximir o liberar a la empresa constructora a que cumpla con todo lo que debe, cosa que, para algunos, es muy grave.

El activista y vecino del lugar, Jorge Arzave, ha interpuesto varias denuncias en contra de la fraccionadora y las ha ganado, en una lucha que ha durado muchos años, y es uno de los que no está convencido de que la municipalización, sea lo más conveniente para los colonos.

Jorge Arzave ha demostrado que las casas están construidas en una zona de alto riesgo, que se han registrado desplazamientos de tierra en algunas zonas, e incluso, de que se pudieran estar formando socavones que ponen en riesgo la vida de los habitantes del lugar; las medidas que se deben tomar, a juicio de este activista social, deben ser de otro orden, para exigir a la constructora y al gobierno, con que se cumpla con lo prometido y se respete el derecho a una vivienda digna.

Según pude escuchar en una de las reuniones vecinales a la que tuve oportunidad de acudir y que encabezó la delegada de la colonia, la municipalización ya es un hecho, y prácticamente sólo se les está avisando a los vecinos, para que estén al tanto del trámite.

Ojalá que la medida administrativa sea para mejorar las condiciones de los vecinos, y que con ello, ya no haya pretexto para atender sus demandas; aunque la verdad, se requieren muchos millones para atender lo básico y urgente.

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