David Nieblas escribe «Tinta Suelta», su columna semanal en Punto Medio.
- Llegan refuerzos para más seguridad pública en Cuautitlán Izcalli.
El tema de la seguridad pública en Cuautitlán Izcalli ha estado en la agenda de las últimas semanas; este jueves, finalmente, llegaron refuerzos en el tema del equipamiento, específicamente, con la puesta en marcha de 83 patrullas; se habían anunciado 85, pero finalmente las que se nombraron ayer, fueron 2 menos.
De lo relevante del día de ayer, cuando dieron a conocer este “Programa de Fortalecimiento de la Seguridad Municipal”, fue el que llamaron “decálogo de compromisos” que hicieron los policías; según se dijo, se habló con los jefes de sector y con los elementos, y estuvieron de acuerdo en “echarle más galleta” para tener mejores resultados; y también, para cambiar la imagen que se tiene de ellos. Finalmente, creo yo, esto les conviene porque está de por medio su imagen y reputación, tan desgastada por las malas prácticas de algunos de los uniformados.
Y está interesante el compromiso, sobre todo, porque se está reconociendo que hay malas prácticas muy arraigadas en la corporación, y que esto, implica trabajar en eliminarlas y castigarlas. Y en el reconocimiento de lo que está mal, se involucra el tema de los policías de Tránsito, que ya tienen una mala fama muy bien ganada, por lo mal que se han portado con la ciudadanía.
Todo esto, se dijo, se va a acabar, o al menos, se va a combatir. Y bueno, el reto y la promesa que se aventó el comisario Mario Alfredo López Muñoz, es tener “la ciudad más segura, pacífica y solidaria de toda la Zona Metropolitana del Valle de México”. Suena bien, pero se requerirá mucho trabajo para que esto sea una realidad.
Por lo pronto, el Cabildo y la presidenta municipal están mostrando voluntad para que las cosas cambien de verdad en la policía, y también, en las calles; según se dijo, se está destinando un presupuesto sin precedentes en un año para reforzar a la corporación, pero también, hay todo un programa integral en la administración, para fomentar una cultura diferente de trato y convivencia, tanto entre sociedad y policías, como también entre ciudadanos.
Y como todo programa, habrá que irlo puliendo, lo cierto es que, al menos, se está intentando recomponer el tejido social saliendo a las calles y ocupando los espacios públicos con actividades culturales y deportivas; va a llevar tiempo, pero puede ser que sea la ruta correcta, si es que la sociedad participa.
Es evidente que la sociedad ya está cansada y quiere más seguridad, y si no, volteen a ver lo que están haciendo vecinos de La Aurora y Las Aurotitas, que están organizando una especie de “autodefensa”, para cuidarse y combatir a delincuentes.
Ojalá que esto vaya creciendo, me refiero a la proximidad de la policía y la sociedad, para cambiar la relación por una que construya y colabore para lograr el fin último, que es, tener verdaderamente una comunidad más segura, no sólo en el papel y en la retórica, sino en la práctica.
Estaremos pendientes de cómo se comportan las estadísticas, para ver el avance o retroceso.
Por lo pronto, la curva de la incidencia delictiva empieza a ceder en algunos delitos de alto impacto, al menos, eso es lo que reflejan los datos más recientes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública; esperemos que la tendencia se mantenga y ya estaremos haciendo un balance de los primeros 5 meses de la administración, para ver los resultados de las estrategias implementadas por el comisario Mario Alfredo López, a quien habrá que exigirle resultados tangibles.
