Asociaciones Civiles

Crónica de una muerte no anunciada, pero muy necesaria… la de un bache

* Iniciativa ciudadana, encabezada por Samuel Delgado, salió con su cuadrilla a reparar varios

Desde hace poco más de una semana, una iniciativa ciudadana ha estado haciéndose presente en algunas colonias de Cuautitlán Izcalli con el objetivo de demostrar que los ciudadanos pueden contribuir con un granito de arena para resolver los problemas del municipio.

Y es que ha quedado demostrado que el gobierno municipal está rebasado y no tiene la capacidad para acabar con los múltiples baches que hay en las calles: de diversas formas, tamaños y profundidades.

El sol salió con fuerza, pero esto no detuvo a la cuadrilla de valientes izcallenses que, a pesar del calor y de saber que no sería una tarea fácil, emprendieron el camino el sábado pasado. Encabezados por Samuel Delgado, líder de la Organización Política para la Transformación de los Ciudadanos (OPTCI), tenían un objetivo claro: la avenida de los Chopos, en Arcos del Alba, una vialidad que días antes habían intervenido, pero donde no les había alcanzado el tiempo para terminar.

Y como haya sido, ya fuera por la presencia de las cámaras de Punto Medio o por el ritmo que traen de costumbre, lo cierto es que le echaron “enjundia”. A paso veloz empezaron con uno, dos, tres baches, y cuando menos se dieron cuenta, ya se contaban por decenas los baches tapados.

Mientras unos echaban liga, otros cargaban las pesadas cubetas que, en teoría, alcanzan para tapar un bache; pero la profundidad y el tamaño de los hoyos a veces se comen más de tres, cuatro o hasta cinco porciones, en el mejor de los casos.

Tras el vaciado del “asfalto en seco o frío”, que puede ser pisado por los autos minutos después de su colocación, venía el trabajo de “pisonear” con una barra y plancha de acero para que la mezcla se adhiera mejor y quede más compactado el bache.

En la refriega, Samuel Delgado se tomó un momento para hablar con Punto Medio sobre esta iniciativa, que surgió a raíz de las condiciones en las que están las vialidades y ante la falta de respuesta efectiva por parte del gobierno.

“Todos vivimos en Izcalli y hay que hacer algo, como ciudadanos, para estar mejor. Hay hoyos que, la verdad, dan coraje y pena; ya tienen mucho tiempo sin atenderse y esto no puede seguir así. Hay que hacer algo como ciudadanos”, comentó Samuel Delgado en una de sus pausas.

En las camionetas donde transportan el material cuelga una lona que dice:

“No somos gobierno, somos izcallenses. Disculpa las molestias, estamos trabajando en beneficio de los izcallenses.”

Algunos automovilistas se detienen para observar y felicitar la iniciativa, mientras que algunos integrantes de la cuadrilla abanderan y cuidan el tráfico para proteger a sus compañeros.

La jornada terminó relativamente rápido en la avenida de los Chopos. Algunos vecinos salieron de sus casas para hacer peticiones particulares, como pedir un poco de mezcla para las entradas de sus cocheras. Los estragos de la faena ya se notaban en las camisetas de los izcallenses, que empezaban a mostrar rastros de sudor ante los intensos rayos del sol.

El fin del primer objetivo estaba a la vista, justo en el cruce de la glorieta de Las Palomas. Pero frente a la Panadería Ledy, un bache de esos que se tragan mucho material retrasó algunos minutos la meta del día. Tras varios intentos, se declaró cerrada la calle con 51 baches tapados.

“Este fue uno de los más grandes, pero no tanto como el que iniciamos en la salida de la Unidad Militar para incorporarse a la autopista; ese sí que estuvo muy profundo y grande, se llevó muchas cubetas de asfalto”, comentó Samuel Delgado. También resaltó el trabajo que hicieron para tapar un bache enorme frente a Bisquets de Obregón, que muy probablemente fue el causante de que una mujer perdiera el control y se estrellara hace unos días.

Misión especial antibache

El segundo punto a intervenir fue en la zona de Tepalcapa, pero la cuadrilla decidió detenerse antes para exterminar un “bache icónico” —si es que así puede llamarse—. Frente al Potzollcalli, en una de las avenidas más transitadas del municipio, la avenida Teotihuacán, justo en la entrada a la plaza de los Bancos y la Mega, un hoyo profundo que “ya tenía hasta el copete” a los automovilistas.

Y si no lo creen, bastaba con escuchar a un indignado vecino que, a grito abierto, dijo:

“¡Ese pinche bache ya tenía más de tres años y nadie hacía nada!”

Al enterarse de que quienes iban a tapar el hoyo eran ciudadanos igual de indignados que él, no dudó en mandar una “mentada de madre” a quienes tienen la responsabilidad de hacer ese trabajo y no lo han hecho.

“¡Qué poca madre!”, recalcó para finalizar.

La cuadrilla de izcallenses comenzó la labor y en poco tiempo el bache ya estaba cubierto de una mancha negra de liga y asfalto en seco. Costó trabajo, pero al final, un grito de satisfacción de Alejandro Martínez Tinoco, uno de los colaboradores del grupo, lo dijo todo:

—¡Acabamos con él!

—¡No que no se podía! —agregó Samuel Delgado, mostrando su satisfacción por el deber cumplido.

Ya en la banqueta y recuperando un poco de aire, viendo cómo le daban los toques finales al megabache tapado, Samuel Delgado dijo que es importante que los ciudadanos actúen ante la incapacidad del gobierno:

“Hay que aportar un granito de arena para mejorar nuestro amado Cuautitlán Izcalli. Estamos ante dos plazas icónicas y muy concurridas; por aquí pasamos todos, y no es posible que esto esté así. Pero si vemos que el gobierno no puede, hay que organizarnos y hacer algo”, comentó.

La misión culminó luego de tapar el bache y de recibir algunas muestras de apoyo de vecinos que caminaban o pasaban en sus autos. Incluso, el vecino que en un inicio lanzó insultos regresó para felicitar a los izcallenses que emprendieron esta iniciativa.

Samuel Delgado, al llegar a este punto y ante el enojo del automovilista, dijo:

—Pues a eso venimos, vecino; le vamos a dar mate a este bache en un momento más.

Y así fue.

La jornada continuó en Tepalcapa, no sin antes, una parada obligada para un pequeño refrigerio para el equipo que, bien ganado que se lo tenía.

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