Cuautitlán IzcalliGobierno

Mejorar la pésima imagen urbana de Cuautitlán #Izcalli, el gran reto del nuevo gobierno.

Calles sucias y llenas de hoyos; áreas verdes con jardinería irregular y llenas de basura y cascajo, puestos ambulantes invadiendo pasos peatonales y vehiculares, anuncios de todo tipo con infraestructura deteriorada y mal colocada; y pintas de graffiti por todos lados, hacen que, en este momento, la imagen urbana de Cuautitlán Izcalli no esté en sus mejores días.

Se trata de un problema que prevalece en prácticamente todo el municipio, pero lo inconcebible, es que ni en el la zona del primer cuadro de la ciudad, lo que vendría siendo el Centro Urbano, se tenga control sobre los múltiples problemas que se han descrito; esto, luego de un recorrido realizado por esta parte del municipio.

Gobiernos van y gobiernos vienen, y el tema de la imagen urbana no mejora; por el contrario, aumenta el deterioro y lo peor, es que no se ha logrado concretar un programa serio y escalonado, que logre un auténtico mantenimiento que permita tener una “ciudad digna”.

Desde hace ya varias administraciones, el área encargada de estos temas y sus titulares, hacen “lo básico” y “lo que se puede”, y eso, no ha sido suficiente para lograr el objetivo. Medio podar el pasto y recoger sus desechos (muchas veces semanas después de cortado) no es lo que se requiere para tener los camellones y las calles en óptimas condiciones.

Ya pasó casi un mes de la nueva administración que encabeza Karla Fiesco García y, hasta el momento, no se ha visto ni se ha conocido de un programa serio y profesional para mejorar la imagen urbana. Hay que recordar que, en campaña, se prometieron muchas cosas, entre ellas, servicios públicos eficientes, para lograr, “el Izcalli que merecemos”.

Para lograr el objetivo, se requiere de una administración firme y profesional, que haga valer su condición de gobierno y ponga orden, con mano firme cuando sea necesario. Y también, se requiere de una sociedad más consciente y participativa, que ayude a construir y proponer, pero también, que colabore en no destruir lo poco que se hace.

Se trata de un problema que se tiene que resolver en conjunto, pero con la guía de un gobierno que invite a participar y a cambiar las condiciones de nuestro Cuautitlán Izcalli; no sólo con las palabras, sino con los hechos.

Este gobierno arranca empujando la idea de que “somos futuro”, pero el futuro se debe construir en el presente; en el hoy, en el día a día. Por ello, los resultados que espera el #izcallense que quiere a su municipio no pueden esperar; quieren ver a sus gobiernos trabajando desde el día uno, y quieren ver cambios reales y sustanciales en las acciones que emprende.

El Izcalli que merecemos exige que si van a hacer las cosas, se hagan bien; que si se va a limpiar un camellón, no sólo se limiten a cortar el pasto, sino a quitar el cascajo, a reparar las guarniciones, a emparejar el área verde, hacer trabajos de jardinería; a quitar el tronco enraizado que levantó el piso; en síntesis, que se hagan las cosas bien, y de manera profesional. Hacer lo que siempre se ha hecho, no nos sacará del bache en el que estamos.

Sin duda, este será uno de los grandes retos que también, enfrentará la actual administración. Todos los gobiernos llegan con peculiaridades y complicaciones, las cuales, se supone que conocen o conocían los que buscaron el cargo y compitieron para él; luego entonces, no deberían tomarse como pretextos.

Al gobierno pasado se le calificó de inexperto y falto de capacidad; en teoría, este no tiene ese problema, ya que están al frente perfiles que conocen del tema; tanto directores locales como los extranjeros, lo que eleva la exigencia de mayores resultados y en el menor tiempo.

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