David Nieblas Meza escribe “Tinta Suelta”, su columna semanal en #PuntoMedio.
* Seguridad Pública, la asignatura pendiente del gobierno en Cuautitlán #Izcalli.
El problema de la inseguridad en Cuautitlán Izcalli no es nuevo; se viene arrastrando desde ya hace varios trienios, y al día de hoy, sigue siendo una “asignatura pendiente” del gobierno, en sus tres niveles. Les ha faltado de todo un poco para que se vea, en los números y en los hechos, una disminución real y sustancial de los principales índices delictivos que se registran en la localidad.
En los últimos días, han sido constantes y públicos varios lamentables homicidios; de acuerdo con el reporte más reciente (septiembre) del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Cuautitlán Izcalli está en PRIMER LUGAR ESTATAL, si consideramos el número de casos por cada 100 mil habitantes. Van 88 casos en lo que va de este año; los números, no son menores a los registrados en el trienio pasado, y esto habla de la gravedad del problema. El municipio se ha convertido en un lugar violento y agresivo, y esto, no son buenas noticias.
Otro delito que sigue siendo el “dolor de cabeza” para cientos de izcallenses, es el que tiene que ver con el robo de vehículos; por desgracia, la incidencia no ha sufrido una baja considerable; digamos que se ha mantenido en niveles elevados, por lo que se puede considerar que no se ha resuelto el problema. El mes de septiembre, registró el segundo peor mes del año, al computar 189 robos; en este delito, Cuautitlán Izcalli sigue ocupando los primeros lugares estatales; el tercero para ser precisos, considerando el número de casos por cada 100 mil habitantes, sólo por debajo de Tlalnepantla y Ecatepec.
En cuanto al delito de robo a negocios o a comercio, las cifras tampoco han sido mejores al trienio pasado; de los tres años de esta administración, los dos primeros están por arriba del último del gobierno pasado, y seguramente, por la tendencia, el tercero también será peor que en 2018, donde se denunciaron 912 casos en todo el año; en 2019, fueron 955; en 2020, 1023; y al mes de septiembre de este 2021, van 780.
Sobre el robo a casas habitación, la situación tampoco ha sido nada alentadora; en estos momentos, también Cuautitlán Izcalli se ubica en tercer lugar estatal por su alta incidencia. Los números en comparación con el trienio pasado, tampoco son favorables.
Estamos por culminar el periodo y el año y podemos decir, con todas sus letras, que algo se está haciendo mal o no se está teniendo la inteligencia necesaria para resolver estos problemas. Este gobierno llegó con un “nuevo esquema” que, en teoría, vendría a disminuir de manera importante la incidencia delictiva; en la práctica y en los números, se percibe que la estrategia ha fallado o no ha sido muy efectiva. Hubo promesas hace tres años que, por desgracia, no se cumplieron; metas a las que no se llegaron.
¿Qué espera el ciudadano común que día a día sufre los estragos de la delincuencia?… que el nuevo gobierno que entra en funciones el 1 de enero próximo, haga los ajustes necesarios, y que verdaderamente se vea que hay estrategia y planes reales para combatir a la delincuencia. Que se haga un análisis serio y puntual de lo que se ha hecho y se ha dejado de hacer. Ojalá que todos estos meses de espera desde que pasó la elección hasta que se toma posesión, sirvan de preparación y construcción de estrategias que nos hagan transitar a mejores niveles de paz y tranquilidad. Ojalá que así sea.