Columna de OpiniónTinta Suelta / David Nieblas Meza

David Nieblas Meza escribe Tinta Suelta, su columna semanal en #PuntoMedio.

* Otra vez Cuautitlán #Izcalli es noticia nacional e internacional por caso “Benito”.

La semana pasada hablábamos de la asignatura pendiente, que representa para los gobiernos el tema de la seguridad pública en Cuautitlán Izcalli; y ese mismo día, el viernes, ocurrió un hecho que nos lo confirma.

En un incidente poco claro, que tiene muchas preguntas y pocas respuestas, el actor Octavio Ocaña de 22 años de edad, mejor conocido por su personaje de “Benito” en la exitosa serie de televisión “Vecinos”, murió a consecuencia de un disparo en la cabeza; al margen de las diversas tesis y líneas de investigación, el hecho es muy lamentable y preocupante; en todo su entorno y contexto.

A pesar de que la desgracia sucedió en la tarde del viernes, no fue hasta la noche y madrugada ya del sábado, cuando la noticia “explotó” al conocerse que entre los involucrados de una persecución y detención, se encontraba “Benito”. El caso no sólo fue tendencia a nivel nacional por varios días, sino que se escuchó a nivel internacional, y por desgracia, no para bien. Toda la atención mediática se volcó a unas fotos y videos que se filtraron del accidente producto de una persecución policiaca; el juicio y las diversas versiones que se empezaron a crear, algunas con su toque especulativo, se centraron en la actuación de la policía municipal de Cuautitlán Izcalli.

El tema se complicó, por las “versiones oficiales” que dieron las autoridades sobre el incidente, las cuales, “no concordaban” del todo con lo que algunos videos tomados mostraron del momento del incidente.

La muerte de “Benito” ha causado una gran indignación social y no se diga de la molestia de la familia; quizá nunca se sepa la verdad, como en muchos casos que se han vivido, lamentablemente en nuestro país. A pesar de ello, se debe exigir más profesionalismo de parte de la policía, para salir del bache en que nos encontramos.

De nadie es secreto que la policía goza de un descrédito descomunal, producto de casos en los que su actuación, no deja satisfechos a los ciudadanos y a los involucrados. Hemos visto pasar gobiernos, y todos, al principio, hablan de equipar y trabajar en la capacitación de los elementos para una mejor respuesta y actuación.

De hecho, en este gobierno, que se esperaba hubiera un cambio sustancial en este tema, se adquirieron “modernas” patrullas con tecnología y cámaras internas para “rastrear” la actuación de los policías. Si estos sistemas estuvieran funcionando como debieran, para el caso que nos ocupa, hubiera ayudado el material grabado de esas unidades, que por cierto, fueron de las que participaron en el incidente.

La escasa información y poca transparencia, para casos como el que nos ocupa, no ayudan a esclarecer y a saber a ciencia cierta qué fue lo que sucedió. ¿Existirán esos videos internos?, no lo sabemos, lo cierto es que no se han dado a conocer, y los ciudadanos izcallenses, pagamos para que las patrullas estuvieran equipadas y se tuvieran.

El problema sigue ahí y habrá que trabajar mucho para hacerle frente; ojalá que la alcaldesa electa Karla Fiesco García y su equipo, que entrarán en funciones el próximo primero de enero de 2022, ya traigan un proyecto nuevo, con estrategias diferentes, para hacer de la policía municipal de Cuautitlán Izcalli, una corporación de respeto y profesional, que esté a la altura de las exigencias del momento y de los izcallenses. Ojalá que así sea.

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