David Nieblas Meza escribe Tinta Suelta, su columna semanal en Punto Medio
- Laudos: contubernio, negligencia y corrupción, que merece ser castigada.
No se trata de un tema nuevo, ni mucho menos, algo de lo que no hayamos hablado en este mismo espacio, desde hace ya varios años. Pero eso sí, se trata, de un problema que todos los gobiernos, tienen que enfrentar como uno de sus principales retos de la administración.
Se trata, de los llamados “pasivos laborales” producto de laudos millonarios que, se gestaron, con una serie de irregularidades que por desgracia, no ha sido castigado y se ha “tolerado” ante la incapacidad de ver algunas estrategias legales para “llegar al fondo del asunto” y no permitir más el saqueo de las finanzas públicas.
Los laudos, para quienes no lo saben, son sentencias firmes de demandas de extrabajadores, que por diversas causas, en su mayoría por despidos injustificados, se han emprendido en contra del Ayuntamiento de Cuautitlán #Izcalli.
En todos los gobiernos, los problemas laborales siempre han sido un tema, sobre todo, porque estamos hablando de posiciones en su mayoría políticas, o que vienen agarradas por compromisos que se hacen en campañas, o bien, que se dan por compadrazgos o amiguismo.
Es muy común que, con la llegada de una nueva administración, llegan equipos nuevos que desplazan a los que ya están, y la terminación de las relaciones laborales, generalmente no quedan en buenos términos; finiquitar a los trabajadores conforme a la ley, en muchos casos es muy costoso, y es por eso que, ante la falta de un acuerdo, los despedidos recurren a la demanda; y el que llega, generalmente, no le importa despedir, sea como sea. Al fin y al cabo, el problema, muchas veces tarda años en resolverse.
Ya también habíamos hablado que, este tema, da para que muchos “aprovechados” se hagan de un dinero, incluso, sólo por emitir los cheques y entregarlos para finiquitar el problema o la demanda. Se han conocido casos en donde “se pide comisión” del laudo total, sólo para generar el pago; todo un negocio para los vivales involucrados.
En el 2021, se hizo muy público un caso que bien puede servir de ejemplo de todas las malas prácticas y abusos; del contubernio y complicidades; de las negligencias y omisiones; de la falta de ética y escrúpulos. Todo lo malo que usted se pueda imaginar, tanto de un bando como de otro, están en este laudo, que en esa fecha, sumaba una deuda superior a los 138 millones, sólo, para una persona.
En ese tiempo, se confiaba en “la experiencia” de Ricardo Núñez en temas legales, y se tenía la esperanza, de que promoviera un recurso para acabar con estas irregularidades, pero todo quedó ahí, en buenas intenciones.
Esta semana, el alcalde electo, Daniel Serrano, tocó el tema, pues se trató en las mesas para la transición; y habló, que a la fecha, hay más de 800 millones de pesos en pasivos laborales, e hizo referencia, de ese caso del que hablamos en líneas arriba. Y dijo algo que, al igual que hace unos años, se vio como una buena intención de buscar un mecanismo legal para castigar a los vivales que, con este pretexto, ganan millonarias sumas de dinero.
Daniel Serrano habló de explorar la vía del fraude procesal, porque en el camino, hay muchos datos que no cuadran y que bien se pueden utilizar para demandar “fraude a la ley” y poder frenar estos abusos. Ojalá que le meta mano al tema y se busque castigar a funcionarios públicos que no hicieron bien su trabajo, o bien, que sirvieron de cómplices para concretar estos desfalcos.