Columna de OpiniónTinta Suelta / David Nieblas Meza

David Nieblas Meza escribe Tinta Suelta, su columna semanal en Punto Medio

  • Reseña histórica de #Izcalli, versión 2022, en voz de Yaremi.

A propósito del 49 Aniversario de Cuautitlán Izcalli, esta semana, cederemos nuestro espacio para retomar la reseña histórica, bueno, parte de ella porque está un poco extensa, que ofreció la regidora Yaremi Nava, la cual, salió de lo común y pasó por un estilo anecdótico y hasta poético.

Empezó, citando a Borges: “Cualquier destino consta, en realidad, de un solo momento; el momento, en que el hombre sabe, para siempre, quien es”.

Cuautitlán Izcalli: ser por instantes cultura, tradición e historia, para un futuro memorable.

Recorrer los caminos de antaño; pueblos, iglesias, parques, lagos; los más recónditos secretos, para encontrarme con el futuro.

Los inicios de mi tierra, fueron marcados por la belleza de sus ejidos, por sus tierras de cultivo, de sus habitantes originales; de las primeras colonias que nacieron con este municipio, y de los primeros llegados al centro de la ciudad.

Cómo no pensar en transitar por Santa Bárbara Tlacatecpan, y su tradición quesera y deportiva; los ricos pasteles de San Mateo Ixtacalco; los hermosos retablos dorados de San Lorenzo Río Tenco y San Martín Tepetlixpan; la tradición de más de 300 años del pueblo Santiago Tepalcapa y los vestigios ancestrales de la iglesia de la Asunción de María, en Tianguistengo.

Debemos recorrer los caminos de los San Franciscos, que cambiaron de parroquia entre Tepojaco, y el vecino pueblo de Magú; caminando, sin que fueran vistos después de una larga peregrinación.

Encontrarnos con los secretos mejor guardados de San Juan Atlamica, con su Pila Real, su tradición gastronómica; deleitarnos con las leyendas e historias de San Sebastián Xhala. Acercarnos a los productores de pulque, tuna y ancas de Axotlán; a los grandes festejos y platillos de la virgen del Rosario y vivir la modernidad de los pueblos de La Aurora, con su fábrica de hilados y tejidos de yute. Y San José Huilango, con su arrastradero de madera; todo ello, enmarcados por haciendas, ranchos y capillas, y demás vestigios históricos, que hoy, visten la modernidad de esta ciudad; de este nuestro municipio.

Por qué no vivir los caminos de enseñanza que nos dejó la maestra Charlotte Yazbec con sus 17 hermosas esculturas que nos llevan a pensar quiénes somos y a dónde vamos; recorriéndolas e interpretándolas, en el Parque de las Esculturas.

Juntos, el día de hoy: tradición, leyenda y modernidad, funden en el mismo territorio en el que conviven siempre y hacia adelante 42 fraccionamientos, 40 colonias, 32 unidades en condominio, 12 ejidos, 8 fraccionamientos industriales y 13 pueblos, ya existentes antes de la fundación del municipio 121 del Estado de México.

Orden, progreso y modernidad, fueron los parámetros del proyecto que dio inicio a la primer ciudad planeada de Latinoamérica; naciendo así un ejemplo para el mundo de unidad y visión.

El crecimiento de la gran ciudad nos llevó a perder, en algún instante, el orden y la formalidad, sin embargo, se supo administrar con claridad y se mantuvo la traza original y la tranquilidad de este municipio.

Hoy una de las economías más relevantes del país, y la quinta más importante del Estado de México, entrega nuevamente a sus habitantes, la oportunidad de retomar proyectos originales con visión de futuro; y llevarlos acabo para deleite de la población y de sus visitantes. (Continuará).

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