Columna de OpiniónTinta Suelta / David Nieblas Meza

David Nieblas Meza escribe “Tinta Suelta”, su columna semanal en Punto Medio

  • Otra vez Xóchitl Zagal va de candidata al Distrito 7 de Cuautitlán Izcalli; ¿qué no habrá más mujeres?.

La noticia seguramente no caerá nada bien entre las filas de los morenistas en Cuautitlán Izcalli, sobre todo, en aquellos o aquellas que están en el movimiento desde hace muchos años, y están esperando una oportunidad para ser representantes populares o aspirar a un cargo público de elección.

Resulta ser que el día de ayer jueves empezaron a correr las listas de las personas “preseleccionadas” que habrán de ocupar una candidatura en los 300 distritos electorales federales por el partido Morena, en donde, para el caso del Distrito 7 de Cuautitlán Izcalli, salió el nombre de Xóchitl Zagal.

En el supuesto caso de ser un asunto firme, sería la cuarta vez consecutiva en que participa por esta posición; es más, desde que el partido se formó y jugó por primera vez en elecciones, esta mujer ha estado en las boletas para ese cargo, y eso, para muchos, no es sano ni justo.

Con la noticia ya por ahí empezaron a surgir algunas voces de descontento, y con justificada razón. Y miren que no tenemos nada en contra de la joven política morenista, pero algo ha de estar pasando en Morena, que no está dejando a todos contentos con sus procesos de selección.

Xóchitl Zagal no está en su mejor momento y en los últimos años, ha estado un poco “desconectada” de la actividad política, según ha reconocido ella misma en algunas publicaciones de redes sociales. Y en un acto de congruencia y madurez, quizá hubiera sido prudente que dejara el espacio a otras mujeres que también están aspirando al cargo desde hace algunos años.

La señal que se manda desde el partido es un poco confusa y poco motivante para quienes están en la fila; y si bien, se dice desde el movimiento, que los morenistas “no luchan por cargos públicos”, en los hechos, como que se ve todo lo contrario; más ahora, en donde pareciera ser que las cuotas de poder al interior, son las que determinan los espacios.

Por otro lado, también los morenistas dicen que “el pueblo pone y el pueblo quita”, y en el caso de Xóchitl Zagal, ya tuvo la oportunidad de demostrar que la forma de hacer política ha cambiado, pero cuando tuvo la fortuna de ser diputada federal, su actuación no fue respaldada por los izcallenses, quienes en la pasada contienda electoral, decidieron rechazar su reelección.

Justo ahora en estos tiempos de precampaña, algunos de sus compañeros de equipo están proponiendo o llamando a un “relevo generacional”, cuando quizá, lo que se esté necesitando sea un “relevo de cuadros y/o personajes”.

La gente en Cuautitlán Izcalli está cada vez más participativa y vigila lo que hacen sus representantes populares, y hay muestras de que, si no les gusta su actuación, castiga con su voto. Xóchitl Zagal tendrá un gran reto por delante, para convencer, que su propuesta es la más adecuada para esta elección del 2024; tendrá la desventaja del análisis y la valoración de su trabajo en el pasado próximo, en donde algunas de sus propuestas, quedaron en promesas vacías; y además, estuvo alejada de quienes la llevaron al escaño en San Lázaro.

Desde el punto de vista de muchos, y me incluyo, una cosa será la propuesta del movimiento de la 4T, y otra muy distinta, la confianza que logre generar el o la candidata. Sin duda, como se dice en política, un “cartucho quemado” y perdedor, suma menos que uno fresco y desconocido. Veremos si la apuesta de Morena para este caso, no resulta un error, a menos, de que todo esto forme parte de una negociación de esas que suelen hacerse desde las altas esferas del poder; que no se descarta por supuesto. Ya lo veremos.

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