David Nieblas Meza escribe «Tinta Suelta», su columna semanal en Punto Medio

• Se reactiva la consigna de… Izcalli para los izcallenses.

Justo ahora que ya la efervescencia política comienza a ponerse buena, en el ambiente o el colectivo social de los que están metidos en la “grilla”, ha retomado fuerza la consigna de hace algunos años: “Izcalli para los izcallenses”. Y las voces, son de todo tipo y tono, sobre todo, porque al municipio, no le ha ido bien en ese sentido.

Y es que de todos es bien sabido, que Cuautitlán Izcalli ha padecido por gobernantes que son impuestos desde fuera, desde las cúpulas de los partidos y del poder; muchos de ellos, sin arraigo y sin amor por la tierra que quieren gobernar.

Hemos tenido alcaldes que literal, han venido a saquear las arcas municipales y se han vuelto millonarios de la noche a la mañana; también, se ha padecido porque junto con ellos, vienen directores de área que tampoco son de Izcalli, luego entonces, también han venido a robar o a prestarse a la corrupción y todo lo que esto conlleva.

Y este no es sólo un problema de un partido en específico, sino que ha sido parejo, por aquello de que hay quienes quieren culpar al pasado o le quieren meter ideología al asunto.

A estas alturas del partido, pocos son los alcaldes que se han quedado a vivir en Cuautitlán Izcalli, luego de sus administraciones; y los que sí, han tenido que andar de “bajo perfil” porque los reclamos no se esconden.

Pues bien, en el proceso pasado quien fue víctima de esta consigna, fue el candidato a la alcaldía de Morena, quien no pudo convencer ni a sus propios compañeros de partido, quienes si algo le reclamaban con especial dureza, era que no es de Izcalli, y además, que “estaba manchado de corrupción”.

Pues bien, parece que este “estigma” seguirá pesando sobre la espalda de este personaje, ya que en esta etapa previa a los procesos internos del partido, y ante su evidente proselitismo de precampaña, ya salieron algunos morenistas a señalarlo de lo mismo.

Y entre los álgidos reclamos que se escuchan, está el tema del dinero que está utilizando para promocionar su imagen; a juzgar por lo que se ve, ya van varios millones de pesos que se invierten y la pregunta obligada que se hacen es: ¿de dónde está saliendo?, ¿qué hará para recuperar la inversión?, ¿o a quien se la deberá?. Porque tan sólo de salario como posible alcalde, nada más no salen las cuentas ni siquiera, para recuperar lo invertido. Luego entonces, las sospechas y el fantasma del pasado, se hacen presentes.

Las voces que crecen y promueven un “Izcalli para los izcallenses” retumban y retumban fuerte, curiosamente, más desde el interior de Morena, que en otros partidos.

La pugna interna en este partido de la 4T va a estar muy buena, sobre todo, porque hay dos sectores muy marcados y confrontados. Hay que recordarlo y decirlo con todas sus letras: si en la elección pasada perdieron la alcaldía, no fue por la “maquiavélica derecha” causante de todos los males de los demagogos, sino que fue, por que desde el interior de Morena, rechazaron la imposición de candidatos.

Pareciera que la historia podría repetirse, ya que a juzgar por las señales que se están viendo, las cosas no han cambiado mucho y las cicatrices no han sanado entre los propios morenistas. Hay una corriente que está impulsando la unidad para salir fortalecidos, veremos qué tanto avanza el proyecto en los próximos días. Como siempre lo he dicho, aquí vamos a estar para verlo y comentarlo; primero Dios.