Columna de OpiniónTinta Suelta / David Nieblas Meza

David Nieblas escribe «Tinta Suelta», su columna semanal en Punto Medio.

  • Inseguridad en Cuautitlán Izcalli, qué hacer, con lo que se tiene.

La gente está cansada de tantos pretextos y excusas, sobre todo, cuando está más que azorada por los embates de la delincuencia, que desde hace años, está con todo en Cuautitlán Izcalli y cada vez son menos los izcallenses, que no han tenido una amarga experiencia con el tema de la inseguridad.

En este contexto, toma relevancia la intención del nuevo gobierno por, primero, abrir un poco la información para entender en dónde estamos parados; y aunque se sabe que hay datos e información sensible, la habremos de tomar con toda cautela.

La semana pasada, el comisario de Seguridad, Mario Alfredo López Muñoz, ofreció una plática a medios de comunicación para hablar de las acciones y el panorama global de cómo está operando la dependencia a su cargo. De entrada, se agradece la iniciativa porque, a partir del reconocimiento de debilidades, vicios y errores que se han cometido, se puede ir avanzando.

Si tuviéramos que resumir en pocas palabras, cuál es la situación que priva con el grave problema de la inseguridad en Cuautitlán Izcalli, la respuesta no es nada alentadora. “Está muy difícil la situación” y se requerirá de mucho talento y trabajo, además de la colaboración de los vecinos, para que esto mejore.

Partimos de que la institución encargada de dar seguridad, tiene poco personal y está fatigado; longevo y con vicios que se tienen que ir erradicando poco a poco. Le digo, reconocerlo y combatirlo, es un buen principio. En este tema, el comisario informó que se ha iniciado con una “limpia” y que han sido dados de baja alrededor de 50 elementos; algunos por malas prácticas, y otros, por voluntad propia al ver las nuevas políticas de control y disciplina.

Paralelo a esto, se está por contratar a 100 elementos más, que mediante convocatoria, ya están siendo seleccionados; se espera, que además de tener niveles de estudio de licenciatura, también sean más jóvenes para el relevo generacional que es urgente y necesario. Todo esto viene de la mano de esquemas de capacitación y de dignificación del policía, para que, los que estén y quieran estar, se ajusten a un esquema diferente de trabajo, tanto en trato, como en profesionalismo para atender las emergencias que hay en la ciudad.

Cuautitlán Izcalli, está muy lejos de cumplir la recomendación mundial de policías por habitantes, y en la actualidad, cada elemento le da servicio a un aproximado de 2 mil ciudadanos.

A pesar de esta carencia, nada menor por cierto, el nuevo gobierno está tratando de contener y bajar la incidencia, con los recursos humanos y materiales que se tienen; se nos informó, de un fortalecimiento del llamado C-4, que no es otra cosa que el sistema de monitoreo y vigilancia con videocámaras, que para variar, no estaba funcionando como debía. De 240 cámaras de video que había con 3 o 4 monitoristas por turno, ahora se cuenta con 620 y con 16 monitoristas por turno.

Esta herramienta está funcionando bien en estos primeros días y está ayudando a atender temas que antes no, por la falta de personal en campo.

Algo que es fundamental para que el círculo se cierre y se puedan atender las emergencias por actos de inseguridad, es la denuncia; a través de ellas, se han hecho cercos virtuales que han permitido la detención de algunos delincuentes, así es que, sobra decir, que la participación de la ciudadanía, mediante la denuncia al instante, puede ser fundamental para abonar al combate a la delincuencia. No hay de otra, a como están las cosas, se debe trabajar de manera coordinada y de la mano, de otra forma, no habrá manera de estar en mejores condiciones.

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