Crece el robo de autos en Izcalli; subió a 8 por día
Se robaron 251 vehículos en marzo; 50 más que en febrero
El robo de autos en Cuautitlán Izcalli registró un aumento considerable durante el mes de marzo de este año; en enero, los delincuentes le quitaron su vehículo a 221 personas, en febrero 201 izcallenses padecieron por este delito, y en el tercer mes del año, la cifra subió a 251 unidades hurtadas.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, dio a conocer las cifras del índice delictivo nacional, estatal y municipal, basado en denuncias ante el Ministerio Público, ocurrido en el mes de marzo del 2016; en esta ocasión, los índices no son nada alentadores en el robo de autos, ya que aumentó en 50 unidades con relación al mes de febrero.
Otro índice malo, es el que tiene que ver con el robo de autos con violencia, el cual subió también en número. De los 251 hurtos computados, 137 fueron con violencia; el resto, es decir, 114, fueron sin violencia.
nuevo gobierno no ha podido contener la incidencia de este delito
Un total de 251 autos fueron robados a los izcallenses durante marzo, 50 más que el mes anterior, febrero, cuando la cifra se ubicó en 201; el promedio, arroja que la delincuencia logró despojar de sus unidades, a 8 personas por día.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, dio a conocer las cifras del índice delictivo nacional, estatal y municipal, basado en denuncias ante el Ministerio Público, ocurrido durante el mes de marzo del 2016
En cuanto a la cifra de robo de vehículos con violencia, el comportamiento en lo que va del año y del nuevo gobierno, ha sido el siguiente: enero, 136 atracos; febrero, 127; y en el mes de marzo, 137 casos; en cuanto al robo sin violencia, la cifra se ha comportado así: enero 85 reportes de robo; febrero, 74; y en el mes de marzo, 114.
Al sacar el promedio de los autos que se han robado por día, el resultado es el siguiente: durante el mes de enero, con sus 31 días, se robaron en total 221 autos, lo que da un estimado de 7.12 vehículos por día.
En cuanto al mes de febrero, que tuvo en este año 29 días, los delincuentes robaron 201 autos, un promedio de 6.93 por día; en el mes de marzo, datos recientemente dados a conocer por la dependencia federal, se robaron 251 unidades, lo que da un promedio de 8.09 diarios.
El robo de autos es uno de los delitos que más lacera a la comunidad izcallense, ya que éste, no ha cesado desde hace ya varios años. En el año 2011, se robaban en promedio 11 autos por día; en el 2012, 7.9; 9.4 en el 2013; 7.2 en el 2014; y en el 2015, fue de un promedio de 7.4 hurtos diarios. Bajo este escenario, el actual gobierno no ha podido contener ese delito.
Otro de los delitos que más afecta a la comunidad, y que no está contabilizado en las estadísticas de las corporaciones policiacas como tal es el robo de autopartes; en Izcalli, prácticamente todos los días, hay reportes de autos que dejaron en “cuatro tabiques”, o bien, que les robaron la bateria.
UN DETENIDO
Por otra parte, la Comisaría de Seguridad Pública de Cuautitlán Izcalli , desde hace algunas semanas, ha hecho público a través de las redes sociales oficiales del gobierno, algunas detenciones; el día de ayer jueves, dio cuenta de un joven, menor de edad, que fue detenido luego de una persecución, tras haber robado un auto con lujo de violencia en la colonia Colinas del Lago.
ROBO A COPPEL Y TAQUERIA
En otros temas, el fin de semana pasado, un comando armado, según testigos, por lo menos ocho hombres armados, irrumpieron en la sucursal de Coppel Palomas para perpetrar un asalto.
De acuerdo a las versiones que corrieron de manera extraoficial, los hombres armados se llevaron artículos de joyería y aparatos de telefonía, sin darse a conocer el monto de lo hurtado.
De manera oficial, se reconoció el atraco, aunque no se revelaron detalles de los montos robados.
Un hecho similar, con hombres armados, sucedió en la colonia Bosques del Lago, en donde el comando irrumpió en una taquería y atracó a los comensales.
LA GRAN CORRUPCION:
Desde que los policías se percataron que “policía” además de orden, seguridad y tranquilidad significaba comercio en el que las mercancías eran por un lado el terror al tormento y a la perdida de la libertad humana, por otro el silencio cómplice, y por otro más la practica impune de la delincuencia, los inmorales se dieron a la explotación del mismo. El ejército policiaco se vio codiciado por delincuentes en activo o potenciales que veían en éste el medio del enriquecimiento fácil, la mampara de actividades ilícitas, y la satisfacción de sus instintos sádicos y criminales, y todo dentro de la absoluta impunidad.
La inmoralidad, siempre se ha enseñoreado en las organizaciones policiacas, con excepciones brillantes, llegando por primera vez, de manera escandalosa, a la participación o integración de la delincuencia en la policía con el advenimiento de Vidocq en estos cuerpos.
Hijo de un panadero, Eugene Françoise Vidocq nacen en Arras el 24 de julio de 1775, Su infancia transcurre obscuramente. A la edad reglamentaria cumple con el servicio militar, aunque el mismo tiene serios disgustos por su carácter violento; después de terminada su conscripción continua en el ejercito del que deserta tras de haber participado en algunos combates, salvándose de ser ejecutado merced a que se declara la amnistía general. Se convierte en hampón y prueba todas las modalidades del crimen; tahúr; defraudador y asaltante con algunos hechos de sangre. Estuvo en prisión en múltiples ocasiones hasta que escapó, lo que le valió ser condenado a galeras. Escapa en el puerto de Brest y se convierte en pirata agregándose a filibusteros que operaban en el Canal de la Mancha. Recapturado, se le somete a trabajos forzados, pero nuevamente escapa. Su vida es una sucesión de aventuras criminales hasta que se le inmiscuye en el asesinato de un cochero por el que es nuevamente aprisionado; vuelve a escapar y ante el peligro de ser reaprehendido, ahora bajo el cargo de homicidio, urde la más inconcebible audacia.
Una tarde de octubre de 1809, Vidocq pide ser conducido ante el Director del Departamento Criminal, Henry Belloc. Belloc duda, ahí está el convicto de varios delitos y prófugo en varias ocasiones; ahí está un hombre al que desea refundir en el Chatéale desde hace más de cinco años.
Vidocq, con una cínica sonrisa dice a Belloc que no esta allí para entregarse, va a poner un negocio a la policía. A cambio del olvido de sus crímenes, se convertiría en “soplón”; se dejará encerrar y comunicara a la policía todo lo que escuche y adivine de los demás presos, aunque estos hayan sido sus compinches, sus compañeros de trapacerías, vicios y crímenes. Henry aceptó.
Al poco tiempo Vidocq llevó más adelante su audiencia. Propone a Belloc que a cambio de su absoluta libertad él le informará de todos los movimientos del hampa exterior. Él se re incrustará en el mundo criminal; volverá a participar en los hechos delictuosos, pero ahora para hacerlo del conocimiento de la policía, antes de que lleguen a cometerse.
Vidocq es ampliamente conocido por asesinos, ladrones, prostitutas leones, proxenetas, compradores de chueco, limosneros y toda laya de gente de la más baja estofa; de allí puede obtener toda la preciosa información que necesita Henry.
A Henry le pareció interesante la propuesta de Vidocq; si ya le había rendido frutos en cautiverio, con mayor razón se los rediría en libertad. Habló con el Barón Etienne Pasquier, Gobernador Civil y jefe de la policía, y le expuso la oferta. Este aceptó. Vidocq fue excarcelado y retornó al hampa, pero ahora para venderla.
La policía y el hampa estaban iniciando un maridaje vergonzante que se prolongaría por siglos.
La excarcelación de Vidocq se realizó aparentando que se había fugado. Su retorno entre sus compinches del Reino de Argot fue acogido con júbilo. A los cuantos días de haberse reintegrado con sus viejos colegas le fue ofrecido dinero falso para ser “pasado”; aceptó, tan sólo para entregar a la policía a la banda de falsificadores con sus instrumentos y gran cantidad de dinero apócrifo. Los delincuentes terminaron en la horca.
Los laureles fueron para el director, pero Vidocq se consolidó como futuro policía. En el mundo del hampa nadie sospechó la traición.
El director Henry Belloc ve en Vidocq a un colaborador insustituible por los éxitos policíacos que le produce el contubernio con el crimen.
Vidocq obtiene informes en los prostíbulos, en las tabernas, con los cocheros, en las peluquerías, en los muelles y son sus informadores ladrones, hetairas, limosneros, leones.
En 1821, dispone de dos ayudantes y para fines del propio año, de seis. Él sabe de los delitos antes de que se comentan y sabe quién los cometió después de perpetrados; ¡y todo gracias a las delaciones! El sucio sistema queda implantado y Vidocq empieza a convertirse en personaje mítico.
En 1818, es admitido de manera ostensible en la policía y organiza la que con el tiempo habría de convertirse en la «Sureté”.
Rápidamente llega a ser jefe de la policía de investigación. Vidocq destaca en el campo policiaco, con el Gran Corso, y después con Luis XVIII; Fouché lo apoya y lo estimula, por la identidad de sistemas; éste tiene “dossiers” y aquel “soplones”. Ambos llevan al éxito, aunque ambos significan contubernio criminal y ausencia de técnicas de investigación.
En 1826, ya son la benevolencia del nieto de Luis XV, la suerte le voltea la espalda. En 1827 renuncia a su puesto. Se inicia como industrial sin éxito. Establece un negocio de policía con el sistema de “soplones”, dedicado a asuntos sucios. Se ordena su destierro y sin que se lleve a cabo, marcha por su cuenta a Londres donde instala una nueva oficina policiaca y fracasa. A los 82 años de edad fallece, después de haber creado la que había de llamar Alfonso Quiroz Cuarón la “Policía Criminal”.
Y cuales son los autos más robados y en que colonias?