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Buscó Karla, de manera unilateral, vender un predio de los izcallenses

  • Esta es la “crónica de una subasta fallida”, a unos días de acabar su mandato.
  • Alcaldesa no avisó, ni a los integrantes del Cabildo, sobre su decisión de subastar el patrimonio.

Eran las 9 de la mañana del viernes 13 de septiembre, pero el ambiente en el palacio municipal de Cuautitlán #Izcalli distaba mucho de lo que se podría esperar para una jornada en la que se decidiría el destino de un predio valuado en más de 55 millones de pesos. La subasta pública de un terreno ubicado en el ejido de San Martín Obispo, un inmueble que había sido tema de debate y controversia durante años, parecía rodeada de un manto de sigilo. Ni siquiera en el propio edificio del Ayuntamiento, donde debía realizarse el registro de participantes, había movimiento, ya que era “puente” por las fiestas patrias.

El predio en cuestión no era cualquier terreno. Su desincorporación había sido aprobada en 2016, durante la administración del entonces alcalde Víctor Estrada Garibay, quien buscó vender cinco inmuebles municipales como una medida para enfrentar los recortes presupuestales previstos para 2017. La venta no se concretó entonces, gracias a la fuerte presión ciudadana y a la oposición de actores como el diputado Raymundo Guzmán Corroviñas, del PAN, quien interpuso recursos legales para detener el proceso.

La historia parecía repetirse años después, en este 2024 y a poco más de 3 meses de que concluya la administración de la alcaldesa Karla Fiesco García, quien de manera unilateral y sin consultar a su Cabildo, “reactivo” el proceso de desincorporación e intentó vender el predio mediante una subasta pública. La convocatoria se emitió el lunes 9 de septiembre, y para el viernes siguiente, sería el día clave para el registro de los participantes. Sin embargo, las dudas y las críticas comenzaron a surgir casi de inmediato.

LAS PRIMERAS ALERTAS: LA POSTURA DE DANIEL SERRANO

El primero en alzar la voz fue Daniel Serrano Palacios, alcalde electo de Cuautitlán Izcalli, quien desde sus redes sociales advirtió sobre las posibles irregularidades y calificó el proceso como un “abuso” que atentaba contra el patrimonio de los izcallenses. El edil morenista, recordó que la desincorporación de los predios, aprobada en 2016, se justificó en su momento por un panorama de recortes presupuestales que ya no tenía vigencia.

“A la opinión pública, al pueblo izcallense”, comenzó su mensaje en redes sociales, donde detalló el contexto de la venta. “No hay razón para llevar a cabo la venta de este predio municipal, puesto que los motivos que llevaron a su entonces autorización ya expiraron. Lo que está realizando la actual administración municipal es un abuso, una ilegalidad y va en contra del patrimonio de todas y de todos”, escribió Serrano Palacios, dejando claro que tomaría medidas legales en caso de que se concretara la venta.

A su advertencia se sumaron otros actores políticos, como la diputada federal Xóchitl Zagal y el legislador local, Karim Carvallo, quienes también manifestaron su rechazo al proceso. Sin embargo, hasta ese viernes 13 por la tarde, la “maquinaria” de la subasta parecía imparable.

UN PROCESO RODEADO DE IRREGULARIDADES

El llamado para la subasta había sido emitido con poca publicidad, a diferencia de otros que solían difundirse ampliamente, hasta en las redes sociales del Ayuntamiento; esta convocatoria parecía haber pasado “casi desapercibida”. En la mañana del viernes 13, Punto Medio se presentó en el palacio municipal para documentar el registro de los participantes, pero las puertas estaban cerradas y no había funcionarios a la vista.

En ese momento, la alcaldesa Karla Fiesco y el secretario del Ayuntamiento, Ibissmar Magaña, se encontraban en un evento cívico conmemorando la gesta heroica de los Niños Héroes, lo que dejó las oficinas vacías. Sólo la segunda síndico municipal, Ivonne Blanco, de Morena, estaba presente y esperando en el lugar. Sorprendentemente, la morenista reveló que ni siquiera ella, encargada de los temas de patrimonio municipal, había sido informada del proceso de subasta.

“A nosotros no nos hicieron del conocimiento, prácticamente, los que alcanzamos a ver, no estoy segura de que todos los compañeros ediles hayan visto la convocatoria”, señaló Blanco, mientras esperaba saber más sobre el proceso.

De acuerdo con la convocatoria, la subasta debía avanzar rápidamente: a las 9 de la mañana, se recibirían las propuestas económicas en sobre cerrado, y a las 9:30, estaba programada una “junta de aclaraciones” y una visita al predio, pero ninguna de estas actividades tuvo lugar como estaba previsto. El único postor que se presentó, “habría llegado poco antes de las 9” y fue llevado a una inspección del terreno por el personal técnico del Ayuntamiento, según declaró el secretario del Cabildo, Ibissmar Magaña.

UN PREDIO CON DUEÑO, PERO SIN COMPRADORES

A pesar de los intentos por mantener la subasta en pie, “las irregularidades eran evidentes”. Punto Medio visitó el predio en cuestión, ubicado en el ejido de San Martín Obispo. El terreno, que en el papel sigue siendo propiedad municipal, estaba visiblemente ocupado y cercado, con letreros que indicaban que era “propiedad privada”.

La subasta se movía a un ritmo acelerado: la convocatoria había sido emitida el lunes, el registro de participantes era el viernes, y el sábado 14 de septiembre, ya estaría adjudicado el nuevo dueño. Sin embargo, en la tarde del viernes, las cosas habrían tomado un giro inesperado, sobre todo, ante el “ruido” que generó la intentona de la alcaldesa Karla Fiesco de vender el predio.

El único postor que había presentado una oferta, decidió retirarse antes de que se abriera su propuesta económica, según confirmó el secretario Ibissmar Magaña. Esto, en la práctica, dejó la subasta desierta.

LA SESIÓN DE LOS RECLAMOS

El sábado 14, en la sesión del comité encargado de la subasta, se informó de manera oficial que el único postor, se desistió y que pidió retirar su propuesta; en la reunión que convocó sólo a tres de los integrantes, la segunda síndico Ivonne Blanco, presentó un extrañamiento formal. Criticó la falta de transparencia en el proceso y reclamó que no se le hubiera informado ni consultado sobre la venta del predio, a pesar de que es parte de sus atribuciones. La edil exigió que, en futuros intentos de venta de patrimonio municipal, se respetara el debido proceso y se garantizara la participación de todos los ediles.

La sesión, que debía ser decisiva para la venta del predio, terminó siendo una especie de cierre anticipado del proceso. El único postor se había retirado, las irregularidades habían sido evidentes, y las críticas de figuras como Daniel Serrano seguían resonando en la opinión pública, que estaba atenta al desenlace de este asunto.

LAS JUSTIFICACIONES DE LA ALCALDESA

En este marco de la subasta, la alcaldesa Karla Fiesco defendió su postura. Al ser cuestionada al término de la ceremonia cívica de los Niños Héroes, esto fue lo que dijo: “Si nos vamos al origen de esta Gaceta, obviamente es para hacer calles, para seguir construyendo calles”, declaró, asegurando que los fondos de la venta, se destinarían a infraestructura vial exclusivamente, para seguir dando resultados en esa materia.

“El procedimiento es transparente, no damos pie a otras situaciones”, añadió Fiesco García, insistiendo en que el proceso, sería legítimo y apegado a la normatividad.
Sin embargo, la falta de claridad en varios momentos del proceso, la rápida convocatoria y la limitada difusión de la misma sembraron desconfianza entre los actores políticos y los ciudadanos.

UN FINAL ABIERTO

El intento de venta del predio municipal de San Martín Obispo terminó en un fracaso. Lo que comenzó como una “discreta” convocatoria, se convirtió en un tema de debate público en plenas fiestas patrias, con actores políticos, funcionarios y ciudadanos involucrados en un proceso que levantó más dudas que certezas.

Por ahora, en teoría, el predio sigue siendo propiedad del municipio, pero la historia de su desincorporación no parece haber terminado.

En lo que parece el final de este episodio de la historia, el alcalde electo Daniel Serrano, se congratuló, porque “se pudo detener” la venta del predio municipal, gracias a la unión y al reclamo de la comunidad izcallense.

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