Gobierno

Intentan engañar a izcallenses con “datos manipulados” de la nómina

* Para siguiente año se proyecta aumentar la partida de sueldos a mil 278 mdp

El gobierno de Cuautitlán Izcalli, encabezado por el alcalde Daniel Serrano Palacios, presentó en su Informe de Gobierno como un supuesto logro, la reducción del gasto en Servicios Personales —capítulo correspondiente a sueldos y salarios—; sin embargo, una revisión de los datos oficiales, de su representación gráfica y de la evolución presupuestal, evidencia una narrativa que no corresponde con la realidad financiera del municipio. En palabras simples, un burdo intento de engaño.

De acuerdo con la información contenida en el Informe, en 2024, último año de gobierno de Karla Fiesco García, el gasto en servicios personales ascendió a 1,254 millones 123 mil 711.88 pesos.

Para 2025, primer año de gobierno de Daniel Serrano Palacios, se proyectó un gasto de 1,240 millones 788 mil 996.56 pesos, lo que representa una diferencia de 13 millones 334 mil 715.32 pesos, equivalente a apenas 1.1 por ciento de reducción.

En términos financieros serios, se trata de un ajuste marginal, que no modifica la estructura del gasto, ni reduce de manera sustantiva el peso que la nómina mantiene dentro del presupuesto.

Durante la revisión del Informe oficial publicado en la Gaceta de Gobierno, se identificó que este dato es acompañado por una gráfica que sobredimensiona visualmente la reducción, mediante el uso de escalas recortadas y proporciones que no reflejan con fidelidad el tamaño real del ajuste.

El diseño gráfico provoca que, a simple vista, la disminución parezca significativa, cuando en los hechos se trata de una variación mínima. De haberse representado de forma proporcional el 1.1 por ciento de reducción, las barras correspondientes a ambos años serían prácticamente iguales, dejando en evidencia que el gasto permanece prácticamente intacto.

Un “logro” que se diluye en 2026

El carácter cuestionable de esta narrativa se refuerza al analizar el anteproyecto de Presupuesto 2026, aprobado este lunes, correspondiente al segundo año de gobierno de Daniel Serrano Palacios.

En dicho documento, el monto proyectado para la Partida 1000 asciende a 1,278 millones pesos, cifra que no sólo revierte la supuesta reducción, sino que supera tanto el gasto de 2025 como el de 2024.

Este dato resulta especialmente relevante, ya que evidencia que la llamada “reducción de la nómina” no fue una tendencia estructural ni una política sostenida, sino una variación temporal que, lejos de consolidarse, deriva en un incremento significativo del gasto en sueldos y salarios.

La presentación de esta disminución como un logro cobra mayor sentido político al considerar el cambio de administración. El ajuste de 2025 se muestra como contraste frente al gobierno anterior, encabezado por una alcaldesa de otro partido, pero pierde sustento cuando el propio gobierno municipal proyecta un aumento considerable en su segundo año de gestión.

En este contexto, la narrativa de austeridad parece responder más a una estrategia de comunicación y diferenciación política que a un cambio real en el manejo del gasto público.

Desde una perspectiva legal y ética, la información contenida en un Informe de Gobierno, particularmente aquella publicada en la Gaceta, debe apegarse no sólo a la veracidad de los datos, sino también a los principios de claridad, proporcionalidad y honestidad comunicativa.

Aunque los montos presentados son correctos, la forma en que se destacan y representan gráficamente puede inducir a interpretaciones que no corresponden con el impacto real del ajuste, debilitando el ejercicio de rendición de cuentas.

Sin afirmar una intención deliberada, que puede ser que la haya por los antecedentes que se tiene (ya que no es la primera vez que se recurre a ello), el uso de recursos gráficos y narrativos que magnifican variaciones marginales, acerca el Informe más a una herramienta de comunicación política que a un ejercicio pleno de transparencia, lo cual resulta especialmente delicado tratándose de información oficial financiada con recursos públicos.

A la luz de los datos de 2024, 2025 y del anteproyecto 2026, la supuesta reducción de la nómina no puede sostenerse como un logro estructural del actual gobierno municipal.

Más bien, se trata de una disminución temporal, mínima y posteriormente revertida, que fue presentada de manera visualmente exagerada ante la ciudadanía.

Como dato adicional, está la promesa de campaña de que el alcalde y los regidores se bajarían el salario al asumir el gobierno en el 2025, situación que no sucedió y los funcionarios ganan lo mismo que la administración que se fue.

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