“Explota” malestar ciudadano en Atlamica por abandono del gobierno
* Gobierno de Daniel Serrano “ofrece show”, pero los vecinos exigen servicios públicos dignos
Mientras el gobierno municipal de Cuautitlán Izcalli se enfoca en organizar espectáculos culturales, la ciudadanía pide soluciones reales a los problemas cotidianos. Así quedó de manifiesto ayer martes en el pueblo de San Juan Atlamica, donde habitantes protestaron durante la presentación de una “probadita” de la Guelaguetza, evento que forma parte de las actividades previas al festival oaxaqueño que arrancará este viernes en la explanada municipal.
Los vecinos aprovecharon la ocasión para manifestar su inconformidad por lo que calificaron como un “abandono” de las autoridades locales.
Señalaron que su comunidad carece de servicios básicos en condiciones dignas, como el bacheo de calles, alumbrado público, suministro de agua e infraestructura urbana, problemas que aseguran han sido ignorados por el gobierno que encabeza Daniel Serrano Palacios.
“Nos traen bailes y shows, pero no tenemos luz en las calles ni agua en las casas”, expresó una vecina durante la protesta.

El evento, que según la cartelera municipal buscaba “acercar la cultura oaxaqueña a las colonias”, resultó además mal planeado e improvisado. El escenario no contaba con iluminación, por lo que los organizadores tuvieron que encender las luces de una camioneta oficial —asignada al área de Equidad de Género— para que los bailarines pudieran ser vistos durante su presentación nocturna.
Durante la semana, el Ayuntamiento ha realizado estas “probaditas” del espectáculo con escasa afluencia e interés, lo que ha generado críticas entre la población.
Para los habitantes de Atlamica, el mensaje fue claro: no quieren espectáculos, quieren servicios públicos de calidad. Mientras el gobierno municipal apuesta por el entretenimiento, la ciudadanía exige obras y acciones que realmente mejoren su calidad de vida.
En la protesta, los vecinos explicaron que van mínimo dos veces por semana a entregar escritos y hacer peticiones al gobierno, pero nunca los toman en cuenta; siempre les dicen que no hay dinero, que no hay materiales o que hay otras prioridades.