Comunidad

Dejaron sin agua a miles de vecinos de Santa María Tianguistengo; les clausuraron su pozo

* Los habitantes de este pueblo de Izcalli acusaron abandono por parte del gobierno municipal

La mañana del lunes pasado, el centro de Cuautitlán Izcalli fue escenario de una nutrida protesta encabezada por vecinos del pueblo de Santa María Tianguistengo, quienes exigieron la reapertura inmediata del pozo que abastece de agua a más de cinco mil habitantes, así como a escuelas de nivel básico y al centro de salud de la comunidad.

El cierre del pozo se dio como resultado del denominado Operativo Caudal, en el que participaron las tres instancias de gobierno. Según los pobladores, las acciones se realizaron durante la madrugada, “como actúan los delincuentes”, según denunciaron, pues aseguraron que no se les avisó ni se les ofreció ninguna garantía sobre la continuidad del servicio.

“Simplemente llegaron, sellaron el pozo y se fueron”, lamentaron los vecinos, quienes afirmaron que al día de la manifestación ya llevaban varios días sin agua potable.

La medida provocó un profundo malestar en la comunidad, que decidió manifestarse frente al Palacio Municipal de Cuautitlán Izcalli para exigir explicaciones y una solución inmediata. Desde las primeras horas de la mañana, los vecinos bloquearon las principales avenidas del primer cuadro (Primero de Mayo, Constitución y Jorge Jiménez Cantú) paralizando por más de cinco horas la circulación vehicular.

El bloqueo generó un severo congestionamiento en la zona centro de Izcalli y obligó a automovilistas y usuarios del transporte público a buscar rutas alternas. Fue común observar a pasajeros descender de las unidades para continuar su trayecto a pie, ante el cierre total de los accesos hacia el Palacio Municipal.

Durante la protesta, los habitantes exigieron la presencia del presidente municipal, Daniel Serrano Palacios, a quien reclamaron su falta de atención y cercanía con el pueblo. Le recordaron que durante su campaña “recorría las calles y tocaba las puertas de los hogares de Santa María”, pero que ahora, siendo gobierno, “no da la cara por sus vecinos”.

Las consignas fueron enérgicas: “¡Traidor!” y “¡Renuncia!” se escucharon frente al Palacio Municipal, mientras exigían que el alcalde asumiera su responsabilidad o, al menos, interviniera como mediador ante las autoridades estatales y federales involucradas en el operativo.

En su conferencia matutina, Daniel Serrano Palacios intentó deslindarse de los hechos, argumentando que su administración no fue notificada del cierre del pozo. No obstante, posteriormente reconoció que la policía municipal coadyuvó en las acciones implementadas por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, lo que generó mayores cuestionamientos entre los pobladores.

Durante la jornada, un grupo de vecinos también se hizo presente en la ceremonia cívica de los lunes organizada por el Ayuntamiento. Desde el presidium, desplegaron una pancarta dirigida a la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, en la que calificaron como ilegal el cierre del pozo y denunciaron que la medida dejó sin agua a miles de habitantes, escuelas y al centro de salud.

Más tarde, una comisión de representantes se trasladó a la Fiscalía Regional de Tlalnepantla para solicitar información sobre el caso. Sin embargo, informaron que no recibieron respuesta formal y que incluso se les dijo que no existía claridad respecto al número de carpeta de investigación.

Ante la falta de soluciones, la comunidad acordó mantenerse en asamblea permanente y evaluar nuevas acciones conforme a sus usos y costumbres, reiterando su molestia hacia las autoridades municipales, a quienes acusan de indiferencia y contradicciones.

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