* Qué manera de exponer al alcalde; hay serios problemas de comunicación
Llevamos poco más de 20 días del nuevo gobierno municipal y aunque es muy pronto para hacer un juicio determinante, lo cierto es que, también, hay señales o signos de que las cosas no están empezando del todo bien. Ojalá que el alcalde, Daniel Serrano, se de cuenta de ello y recomponga el camino; o de lo contrario, no se va a llegar a buen puerto.
Esta semana que está por concluir, se llevó a cabo la segunda conferencia de prensa de su gobierno, en donde el alcalde, dio a conocer cifras de la incidencia delictiva, con más pena que gloria. Y es que los datos presentados, fueron a medias, parciales y que sólo eran positivos para su gestión.
Y entiendo. Hay poco que informar porque poco se ha hecho en este arranque, pero tratar de magnificar los pocos datos que hay y tratar de generar una percepción engañando a la gente, dijera el propio edil, podría calificarse como una “canallada”, una estrategia de “mala entraña”.
No se sabe quién le aconsejó al presidente municipal, ofrecer a los medios de comunicación una presentación de la incidencia delictiva tan mediocre y deficiente; que incluso, traía cifras que no coincidían en una simple sumatoria, esto, de sus propios datos.
El presidente municipal se está tropezando con sus propias palabras y dichos; con sus propias promesas. Y es que, hay que recordar, que la semana pasada, cuando se le cuestionó sobre el número de homicidios y sobre un posible rebrote de la ola de violencia en Izcalli, de manera muy peculiar y hasta podríamos decir que retadora, “negó la percepción” de la reportera y dijo que, en la siguiente semana, daría datos precisos y concretos para echar abajo esa visión.
Cosa que no sucedió el pasado lunes; de hecho, en “sus índices de delitos de alto impacto”, no apareció el rubro que se le pidió y que él prometió, es decir, el de los homicidios.
La política de la mentira nunca ha sido muy buena estrategia, porque a la larga, todo se sabe y todo se descubre. Al parecer, al alcalde le está dando por recurrir a ella, con tal de no quedar mal parado. En esta conferencia, hizo referencia a algunas notas periodísticas que señalaban que el viernes 17 de enero pasado el mediodía, aún no se les pagaba a algunos trabajadores de confianza y a los ediles, cosa que, dijo, era falso; aseguró que sí se les había pagado.
Lo que al alcalde se le olvidó decir o aceptar, que el pago cayó el viernes 17, pero por la tarde, luego de las notas que se hicieron públicas. Dos días después de la quincena, por cierto. De hecho, el dato del retraso en el pago de la nómina, se lo recordaron y exhibieron en el Cabildo, una de las regidoras de su propio partido Morena.
Lo mismo pasó con el tema del robo a Operagua, que por cierto, quizá no venga ni en sus propias cifras, ya que reportó cero robos a lugares cerrados, en sus índices delictivos. Pues bien, hasta cierto punto se indignó y calificó como una “canallada”, las versiones que indican que fue un “autorrobo”, pero a su vez, dio el dato de que hay dos trabajadores del organismo, imputados y vinculados a proceso. ¿Y a eso como se le llama?, es pregunta.
Los reclamos por la pésima comunicación que hay en este gobierno ya llegaron al propio Cabildo, donde ediles le recriminaron al alcalde, la nula vía para tratar o por lo menos informarse de viva voz, de lo que pasa en el municipio que ellos también gobiernan. Alguien, no debe estar contento.