Paco Rojas, apagaron su luz, pero quedará su recuerdo
* El joven empresario y exdiputado local de Izcalli, apoyó a miles de personas con sus programas; su partida dolió y lo despidieron con cariño, en su natal San Lorenzo Río Tenco
Cuautitlán Izcalli perdió a un hombre de servicio. Francisco Rojas Cano, exdiputado local del PAN, joven empresario y líder social incansable, dejó un vacío que se hizo evidente en el multitudinario adiós que le dieron familiares, amigos y ciudadanos.
Su inesperada partida no sólo causó dolor, sino también indignación, pues su vida fue arrebatada de manera violenta mientras realizaba trámites en una oficina de gobierno, el jueves de la semana pasada.
Desde el momento en que se confirmó la noticia, las muestras de afecto y reconocimiento a su labor no se hicieron esperar. Su velorio reunió a personas de distintos sectores de la sociedad que quisieron acompañarlo en su último trayecto y acompañar a la familia en estos momentos tan difíciles. Un día después, en su natal San Lorenzo Río Tenco, se vivió una emotiva despedida, con una misa de cuerpo presente en la que se resaltó su entrega a la comunidad y su incansable lucha por mejorar la calidad de vida de los izcallenses; sus restos, fueron depositados en el panteón del pueblo, justo a un lado de su padre, de quien siempre siguió su ejemplo.

UN LEGADO DE SERVICIO Y COMPROMISO SOCIAL
Paco Rojas Cano fue más que un político; fue un gestor social que impactó la vida de miles de personas con programas enfocados en la economía familiar, la salud y la educación. Durante su gestión como diputado local por el Distrito 43 de Cuautitlán Izcalli, impulsó iniciativas que beneficiaron a los ciudadanos más vulnerables. Entre sus principales programas destacaron las jornadas de salud visual y auditiva, la esterilización de mascotas, la distribución de productos de la canasta básica a bajo costo y el apoyo directo a las escuelas, entre muchos otros que iban enfocados al emprendedurismo y desarrollo de las mujeres.
Siguiendo el legado de su padre, don Paco Rojas San Román, cumplió una de sus promesas de campaña, la de donar su salario como legislador para mejorar los planteles educativos en el municipio. Además, promovió capacitaciones para el empleo y el emprendimiento, convencido de que el bienestar de una comunidad se construye desde sus bases. También organizó eventos deportivos, entregó juguetes y cenas navideñas, e impulsó proyectos en favor de la educación, la cultura y la economía familiar.
En el Congreso mexiquense, presentó iniciativas para fortalecer la transparencia y la innovación, además de propuestas en beneficio de la infraestructura municipal y del sector salud. Su trabajo legislativo fue intenso y comprometido, reflejo de su vocación por el servicio público.

UNA FAMILIA QUE QUEDA CON UN GRAN VACÍO
Pero más allá de su labor política y social, Paco Rojas Cano era un hombre de familia. Hijo de un hombre que dedicó su vida al servicio comunitario, decidió seguir sus pasos con el mismo entusiasmo y entrega.
Detrás del joven político cercano a la gente, estaba el hijo amoroso, el esposo comprometido y el padre ejemplar. Su familia, que hoy queda con un gran vacío, lo recordará como un hombre íntegro, que no sólo trabajó por los demás, sino que siempre puso a los suyos en primer lugar. Su hogar, donde compartió alegrías y sueños, es ahora el espacio donde su ausencia se siente con más fuerza, pero también donde su recuerdo permanecerá vivo.
Su esposa, hijos, madre, hermanos y seres queridos, enfrentan ahora un duelo doloroso, pero con la certeza de que Paco Rojas dejó huella en la vida de muchas personas. Su amor por su familia era innegable, y su legado trasciende más allá de la política: fue un hombre que supo equilibrar su vocación de servicio con el amor y la responsabilidad hacia los suyos.

UNA PARTIDA QUE DUELE E INDIGNA
La forma en la que Paco Rojas perdió la vida ha generado indignación y exigencias de justicia. Su partida no sólo dejó en luto a su familia y amigos, sino que encendió las alarmas sobre la violencia que persiste en la entidad.
Izcalli ha despedido a un líder que nunca dejó de trabajar por su comunidad. Su luz fue apagada de forma abrupta, pero su legado perdurará en cada familia que se benefició de sus programas, en cada joven que encontró una oportunidad de empleo gracias a sus gestiones y en cada ciudadano que vio en él, a un político diferente: cercano, trabajador y con la voluntad de hacer la diferencia, siempre, con una sonrisa en el rostro.
Hoy, Cuautitlán Izcalli llora su ausencia, pero también honra su memoria. Descanse en paz, Paco Rojas Cano.
