Tinta Suelta / David Nieblas Meza

Gobierno de Izcalli, evidenciado con anulación de elección en S.J. Huilango

Literal, el gobierno de Cuautitlán Izcalli “se volvió a tropezar con su propia sombra”. Hace unos días, se confirmó la anulación de la elección de autoridades auxiliares en el pueblo de San José Huilango, un hecho que, más que sorpresa, confirma lo que se venía denunciando: que el proceso estuvo marcado por irregularidades, favoritismos y desdén por la legalidad. Y eso, que estuvo dirigido y supervisado por el “gran pequeño líder” y dos veces representante de Morena ante el IEEM.

La decisión de las autoridades electorales estatales exhibe al gobierno municipal encabezado por Daniel Serrano Palacios, y pone en tela de juicio la operatividad de su recién creada dirección de Democracia Participativa, dirigida por uno de sus principales operadores políticos.

La anulación no es un hecho menor. Es el colofón de una serie de tropiezos que se fueron acumulando desde la convocatoria misma, hasta la jornada de votación.

Y si no ha escalado más este tema, es porque no hubo ciudadanos que llevaran el asunto de las impugnaciones a otro nivel; y es que después de todo, no tiene mucho caso pelear un puesto o cargo, que sirve de poco o nada, y que además, es honorífico sin goce de sueldo.

Durante la sesión extraordinaria de Cabildo de esta semana, la regidora Ely Quintana no se guardó nada. Denunció y recordó que el proceso estuvo viciado desde su origen.

Recordar que denunció cambios arbitrarios en los plazos, integración de comisiones con funcionarios que ni siquiera existían al momento de lanzar la convocatoria, y actos tan absurdos como publicar acuerdos a destiempo, como si la legalidad pudiera tomarse a modo.

En ese tiempo, quienes intentaron justificar las modificaciones alegaron “alta demanda” de aspirantes. La realidad terminó por desmentirlos: de las 80 comunidades donde se llevaron a cabo elecciones de Copacis, 51 sólo registraron una planilla; en delegaciones, 49 de 95 casos también fueron de competencia única. ¿Ese es el entusiasmo ciudadano que tanto presumían?

Peor aún: en comparación con la administración pasada, los números actuales reflejan una clara disminución en la participación ciudadana. En 2022, bajo el gobierno de Karla Fiesco, se realizaron elecciones en el 66.1% de las comunidades para Copacis y 74.6% para delegados. En 2025, con el nuevo gobierno morenista, esos porcentajes cayeron a 55.9% y 66.4%, respectivamente. La diferencia es clara, y preocupante.

Lo ocurrido en San José Huilango es un llamado de atención. Si las autoridades estatales ya comenzaron a invalidar procesos, ¿cuántos más podrían caer en revisión? ¿Cuánto más puede sostener una dirección de Democracia Participativa que ni siquiera logra organizar una elección sin señalamientos?

La confianza ciudadana en el gobierno municipal ya venía a la baja y sigue cayendo. Ahora, con esta anulación, se pone en duda no sólo la eficacia administrativa, sino el verdadero compromiso democrático de quienes hoy ocupan el poder. Y repito, si se hubieran presentado más impugnaciones y no sólo de casos particulares, sino del proceso en su conjunto, éste habría caido y estaríamos ante un tema mucho más bochornoso y penoso. La reposición de toda la elección.

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