Tinta Suelta / David Nieblas Meza

¿Desvío de recursos en Izcalli? La sombra de la ilegalidad en el gobierno

Ya van dos meses y medio de la nueva gestión que encabeza Daniel Serrano Palacios y no se ve para cuando “levante el vuelo”; las calles, se ven igual y en algunos casos, peor; sin un programa de mantenimiento serio o por lo menos básico. Y en este marco, el gobierno municipal y quienes lo dirigen, siguen cometiendo “errores de primaria”, de esos que los “políticos o funcionarios serios y profesionales”, no cometen.     

En la sesión de Cabildo de esta semana, la regidora Ely Quintana Becerril destapó lo que podría convertirse en el primer caso grave de la administración encabezada por el morenista Daniel Serrano Palacios: la presunta comisión de desvío de recursos, peculado y abuso de funciones, en la entrega de apoyos a vecinos de La Aurora; un acto en el que se habrían utilizado recursos públicos, para la promoción de una acción “personal” del alcalde y sus incondicionales.

El punto de inflexión fue una publicación en la página oficial de Facebook del Ayuntamiento de Cuautitlán Izcalli, donde se difundió que la secretaria del Ayuntamiento, Ivonne Blanco, la primera síndica, Mari Barboza, y el director de Democracia Participativa, Luis Fernando Vázquez, acudieron a nombre de Daniel Serrano, a entregar materiales de construcción como arena, cemento y grava, quien habría financiado el apoyo “con recursos propios”.

El acto no pasó desapercibido para muchos, entre ellos, la regidora Ely Quintana, quien en la sesión de Cabildo no sólo cuestionó la legalidad de la acción, sino también la ética detrás de la operación. “Estamos ante una desviación de recursos, peculado y abuso de funciones”, denunció la edil, señalando que funcionarios municipales actuaron por instrucción del alcalde para realizar una entrega de carácter personal, pero utilizando la estructura y los canales oficiales del gobierno municipal.

Si Daniel Serrano realmente costeó la ayuda de su bolsillo y fue en su “calidad de ciudadano”, ¿por qué movilizar a la secretaria del Ayuntamiento, a la síndica y al director de Democracia Participativa para realizar la entrega? ¿Por qué se utilizó la cuenta oficial del gobierno municipal para difundirlo? Porque seguro también, se utilizó al personal de Comunicación Social para la cobertura del evento, sacar fotos y realizar la publicación, que dicho sea de paso, se hizo de “manera espejo” en el perfil del alcalde, con el mismo material.  

Este patrón revela una preocupante mezcla entre lo personal y lo institucional, una línea que en política suele cruzarse cuando se busca capitalizar políticamente desde el poder público. Más aún, el hecho de que la recién creada Dirección de Democracia Participativa esté involucrada en estas actividades confirma lo que la oposición advirtió desde el principio: se trata de un órgano diseñado para hacer operación política disfrazada de trabajo institucional.

Muy conveniente, quizá, en el momento en que se llevarán a cabo elecciones de autoridades auxiliares en Izcalli, y además, se tiene enfrente una elección del Poder Judicial.

La creación de la Dirección de Democracia Participativa en manos de uno de sus incondicionales, y el despliegue de funcionarios en eventos de este tipo, evidencian una estrategia para construir una base política directa entre la ciudadanía, algo que Ely Quintana Becerril definió con precisión.

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