Quitarán “dientes” al Bando para acabar con los abusos
El presidente de Cuautitlán Izcalli, Víctor Estrada Garibay, anunció que se harán algunas modificaciones al Bando Municipal para hacerlo más ágil y menos impositivo, y con ello, acabar con los abusos que se cometían en contra de la ciudadanía, a quien por “podar” sus jardines en la calle, eran remitidos a la Comisaría.
Entrevistado al término de la sesión de Cabildo del viernes pasado, Estrada Garibay dijo que será muy democrático y esperará a que sus compañeros ediles, síndicos y regidores, hagan sus respectivas aportaciones. Empero, adelantó que sí habrá modificaciones sustanciales.
“Que les dije yo a ellos, yo lo que creo es que el actual, el que vamos a modificar, es un Bando Municipal con poco más de 180 artículos, que a mi se me hacen demasiados; el primer tema es reducirlo, simplificarlo”.
“El segundo tema es que en campaña, había mucha gente muy molesta, sobre todo en el tema de comercio; gente que nos decía que por cortar su árbol, o querer arreglar su banqueta, eran detenidos; cosas como esas son las que quiero cambiar; quiero hacerlo más sencillo, fácil de entender, no tan complicado, y que la gente sienta que el Bando es para reglamentar la vida ciudadana, la convivencia, y no tratar de ser impositivo y no tratar de mediar una situación que le convenga al municipio sólo para intereses personales; ese sería en general el tema”.
Víctor Estrada dijo que se busca respetar a la ciudadanía, por lo que deben estar confiados de que se va a actuar con legalidad. Por otro lado, dijo que ahora será fundamental vigilar que el nuevo reglamento se cumpla, tanto por parte de la ciudadanía como de los servidores públicos.
Bajo esta lógica, el alcalde dijo que será fundamental la comunicación, y prueba de ello, es que, dijo, ya ha estado atendiendo de manera personal, temas que le reportan por las diferentes vías, como las redes sociales, en donde se han exhibido abusos que se tratan de corregir de manera rápida.
El Bando Municipal, es el principal reglamento que rige la vida de los izcallenses; en él, se plasman sus derechos y obligaciones en el ámbito local.