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Gobierno de Izcalli, “atorado” y sin estructura administrativa

Cabildo «vive nuevo desencuentro» por reglamento; se “calentaron” los ánimos

A mes y medio de iniciado el gobierno municipal que encabeza Ricardo Núñez Ayala, aún no se logra la “reingeniería administrativa” que prometió y que está impulsando, la cual incluye la creación y de-saparición de direcciones, subdirecciones y jefaturas.

Ayer jueves por la madrugada, quedó pendiente en la sesión de Cabildo, la aprobación del Reglamento Interior de la Administración Pública Municipal, porque la propuesta presentaba “infinidad de inconsistencias”, mismas que fueron señaladas y exhibidas por los ediles de casi todos los partidos representados en el Ayuntamiento, incluidos varios de Morena. Este nuevo ordenamiento, establece la nueva estructura de gobierno, así como sus facultades y obligaciones.

UNA SESIÓN LARGA E IMPRODUCTIVA

La sesión de Cabildo para tratar este y otros temas, fue convocada con carácter de extraordinaria, ya que había asuntos de urgente resolución, como la emisión de la convocatoria para realizar un Cabildo Abierto; la cita, fue el miércoles a las 5:30 de la tarde; la sesión, comenzó minutos antes de las 6, y terminó, minutos antes de las 3 de la madrugada del jueves, y sin haber logrado consensos para aprobar el reglamento.

La reunión de los ediles comenzó con “jaloneos y reclamos”, sobre todo, porque regidores y síndicos se enteraron de la “publicación” del Reglamento de Cabildos en estrados, sin que se hayan contemplado algunos cambios hechos a la hora de su aprobación, esto, semanas atrás.

Esta situación, provocó que no se haya avalado la “dispensa de la lectura del acta de la sesión anterior”, con el ánimo de ver si todo lo que se trató, quedó plasmado en el acta final.

Esto retrasó la sesión, por lo menos, tres horas, ya que la lectura incluía el Bando Municipal completo aprobado en la sesión anterior; tras esta situación, otro tema que causó controversia fue la “orden del día”, donde los ediles se quejaron de que la versión final del Reglamento Interior de la Administración Pública que se quería fuera aprobado, se los habían entregado unas horas antes y no se tuvo el tiempo suficiente para su revisión.

Tras un largo tiempo de debate y argumentaciones, finalmente el punto se dejó en la Orden del Día y se procedió a continuar con la sesión programada.

Ya entrada la noche y luego de abordar otros temas, se llegó al principal, que era la aprobación del Reglamento Interior de la Administración Pública Municipal, al cual, le llovieron críticas y señalamientos sobre inconsistencias, tantas, que todo parecía indicar que no pasaría la votación. Tan sólo la regidora del PRI, Diana Hilda Ramos Rodríguez, en su primer intervención, señaló por lo menos 25 cosas que a su juicio, eran confusas, inconsistentes y no eran claras.

Y después, le siguieron varios ediles, de todos los partidos, y entre sus intervenciones, salieron a relucir algunos señalamientos muy críticos. Se quejaron por la falta de seriedad, profesionalismo y ligereza con la que se elaboró el documento, tan es así, que más de uno dudó de la capacidad de las personas que están al frente del gobierno municipal.

Entre los señalamientos, al margen del orden técnico, está el hecho de que la estructura propuesta por el alcalde, en lugar de “adelgazarse” para ahorrar recursos en nómina, aumentó con la creación de nuevos espacios; además, se dijo que la negativa que se le dio al presidente municipal para suscribir contratos y convenios para obras y servicios, en el reglamento se le intentaba dar esa atribución a los titulares de área, cuando es facultad de los integrantes del Ayuntamiento.

En general, le llovieron críticas al secretario del Ayuntamiento y al personal cercano al alcalde, porque no han tenido la sensibilidad ni el tacto para trabajar en equipo y de manera seria; incluso, exhibieron que algunas de las propuestas, son “una copia” de los reglamentos y propuestas del gobierno anterior, tan es así, que en la orden del día un punto decía “administración 2016-2018”.

Por momentos las intervenciones de los ediles “subieron de tono” sobre los reproches y reclamos; el alcalde y algunos integrantes de la comisión que avaló el dictamen, trataron de defender la propuesta y “reviraron” diciendo que se les invitó a todos para que hicieran aportaciones al reglamento, sin embargo, no todos atendieron el llamado.

En respuesta, los demás ediles señalaron que la desorganización y la falta de comunicación, propició que las cosas no salieran bien, sobre todo, porque se les hicieron llegar varias versiones de la propuesta, de tal suerte que llegó un momento en que no sabían cual era la real o la propuesta final.

Entre el debate, salió a relucir la premura y el poco profesionalismo para abordar los temas que se tratan en Cabildo, sobre todo, porque la mayoría se están tratando con “el tiempo encima” y son avalados “al vapor” o “fast-track”, y generalmente, no se les da tiempo ni toda la documentación para tratar los asuntos.

Pasada la noche y entrada la madrugada, todo parecía indicar que por las posturas y posicionamientos de los ediles, tras señalar las innumerables inconsistencias, no iba a ser aprobado el punto. Por parte del regidor número dos de Morena, Pablo Areli Galván, salió una propuesta para que se sometiera a votación el punto, y de no aprobarse, que se trabajara con la estructura ya existente y con el reglamento de la pasada administración, esto, con el fin de empezar con los trabajos de la conformación del Presupuesto.

El alcalde Ricardo Núñez, con el ánimo de darle salida a este “atorón” en la aprobación del nuevo reglamento, propuso retirar de la discusión el punto y “regresarlo a la comisión edilicia de Reglamentación” para que le hicieran las adecuaciones; esto, a pesar de que admitió y advirtió, que los tiempos ya se tienen encima y que sin este reglamento, no se puede trabajar el Presupuesto porque la estructura administrativa aún no está definida.

La moción del alcalde provocó el enojo y una “nueva lluvia” de críticas de los ediles, quienes exigieron que se sometiera a votación, sobre todo, porque varias horas atrás, le habían solicitado al presidente municipal que retirara el punto, y lo mantuvo. Finalmente, Ricardo Núñez ejerció su facultad y terminó con la discusión, retirando el tema de la mesa.

La sesión culminó a las 2:50 de la madrugada con una molestia generalizada, sin saberse a ciencia cierta qué es lo que va a pasar, o cuando se someterá nuevamente a Cabildo ya con las modificaciones.

Paralelo a esto, sigue pendiente la designación de los directores de las diferentes áreas del gobierno, por lo que siguen sólo encargados del despacho. Y por si esto fuera poco, se está acabando el tiempo límite para la aprobación del Presupuesto 2019, el cual debe presentarse el próximo 25 de febrero.

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